sábado, 26 de septiembre de 2015

Argumento de la Obra El Masacre




» Esta obra trata de las matanzas de miles de Haitianos, en la frontera específicamente en Dajabón, en el río llamado (El masacre), escenario utilizado por los militares Dominicanos, y los presos asesinos contratados por su alto perfil de asesinatos que tenían para cometer los crímenes contra los Haitianos que cruzaban a la republica, en busca de un mejor porvenir, y por el hecho de ser negro no eran bienvenidos por los Tiranos de Trujillo. Los cuales se les acusaba de cientos de cosas que desaparecieran ellos eran los culpables muy pocos sobrevivieron, luego algunos de ellos volvieron, como para que así tuvieran fuerzas  suficientes para que lo culparan porque así tendrían culpa para ser perseguidos y mutilados.

» También trata de la vida que paso el mismo autor, la cual empieza narrando su niñez, estando en clase su profesor mencionaba la palabra dajabón, el sin llegar a imaginarse que después de su graduarse de abogado sería enviado a esa parte de ese País.

»Un joven abogado que se desempeñaba en la aldea fronteriza funciones judiciales, extrañado halla como castigo político, escribía a la luz de una vela las cosas que sucedían en la frontera: la muerte de los haitianos, el abuso de los guardias, el latrocinio con la miseria de las víctimas, la llegada de los presos que mandaban a la frontera, la junta militar, los jueces que atribuyeron a los miserables reservistas, a los campesinos la autoridad de la matanza, para completar el juego político internacional de un ministerio interno que en la capital había trazado la estrategia el proceso judicial atropellado fuera la comprobación de la tesis de la simple lucha personal entre pastores y cultivadores dominicanos, con negros haitianos que robaban sus reses y sacar y sacaban de la tierra al amparo de la noche sin que nadie se diera cuenta.    

» Dajabón al fin un pueblo de caña tostada por el sol más fuerte de la Isla. Aldeas pajizas, de estampa indígena, con sus tres calles vacías y soñolientas, que termina en el Masacre, donde el pueblo lava sus pies de barro  estaba desierto. Había miedo, ausencia de noticias y temores, una discreción medrosa. Nadie se atrevía a hablar.

» El capitán, era todo un ebrio, bebía otra y otra vez, en la taberna le llegaban los mensajes  de las informaciones de los servicios. Además de los detalles numéricos de victimas. Los mensajes informaban acerca del número de vacas rescatadas. Entonces reía de felicidad, al tiempo  que su rostro tomaba un color como el de los muertos que cargaba en su conciencia.

 » Por otro lado algunas personas maldecían al País y otros decían no maldito los políticos, porque este es un pobre país ignorante y castigado hombre, y otros decían que tenían que cobrarse la dudas de sangre, también con sangre, no pese a sus crimines del siglo pasado, los haitianos son nuestros más desgraciados hermanos, más desgraciados que nosotros maldita dictadura, que destruye l carácter del hombre.

» La ciudad se había transformado. Los puñales del hombre atravesaron el corazón del pueblo que había sido como un muchacho grandote  y deportivo, con una historia de maquinas, barcos, azucares y negros trepidantes como las grúas del puerto ¿cómo había sido aquello? … nuestra riqueza familiar en dineros, tierras de caña de azúcar y haciendas, se había evaporado.
»Los estudiantes, hablábamos soñando, de nuestro futuro, de los problemas nacionales, del estado social del país. Esto había que hacerlo con descripción, por temor a la relación, que parea comúnmente la muerte.


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